Octubre es el mes de la conciencia sobre el cáncer de seno. Antes de que termine, nos gustaría llamar la atención sobre los desafíos que enfrentan actualmente los pacientes de cáncer y el deber que tenemos de contribuir en la lucha contra él.
El estrés que la pandemia ha supuesto para los sistemas de salud de todo el mundo es ampliamente conocido. A medida que el SARS-COV-2, el virus que causa la enfermedad COVID-19, se expandió y las UCI se colapsaron, también puso un alto a otros esfuerzos médicos que no son menos urgentes que la lucha contra la pandemia.
Desde las campañas de vacunación hasta los pacientes de enfermedades huérfanas, millones de personas se han visto afectadas por COVID-19 no por haber sido infectadas por el virus, sino por los servicios de salud a los que no han podido acceder. Los pacientes de cáncer conforman una porción significativa de este grupo.
Según una investigación de la Sociedad Americana contra el Cáncer, publicada ya en mayo de este año, el 79% de los pacientes en tratamiento activo para el cáncer reportaron un retraso en el cuidado de su salud, de los cuales el 17% fueron en su terapia contra el cáncer (quimioterapia, radiación y terapia hormonal). De manera similar, el 78% de los pacientes que no están en tratamiento activo para el cáncer informaron de un retraso en sus servicios de salud (desde los servicios preventivos o habituales relacionados con el cáncer hasta el tratamiento de otros problemas de salud). Y uno de cada cinco pacientes y sobrevivientes encuestados informó estar preocupado por la posibilidad de que su cáncer pudiera estar creciendo o volviendo debido a la falta de acceso a la atención médica. Esta preocupación fue reforzada por los proveedores que la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) contactó.
El impacto económico también es notable, ya que el 46% “de los pacientes y sobrevivientes de cáncer reportaron un cambio en su situación financiera que afectó su capacidad de pagar por la atención”, y el 32% están preocupados por poder pagar los gastos básicos del hogar.
Los últimos y preocupantes hallazgos del SAC se referían al bienestar mental y emocional de los pacientes y supervivientes: El 48% informó que su experiencia de la pandemia del COVID-19 se vio agravada por su experiencia con el cáncer, y el 67% expresó su preocupación por poder protegerse a medida que se levantaban las órdenes de aislamiento y se relajaban las medidas de distanciamiento social.
Como Patrocinadores de Oro de la Sociedad Americana contra el Cáncer desde 2018, Optime Consulting sigue comprometido con el apoyo a la lucha contra el cáncer. Este año nos hemos asociado con la SAC como Patrocinadores Oficiales de Producción de Video para el ACS HOPE BOWL 2020, en el Estadio de Hard Rock de Miami, el 4 de diciembre. Juntos celebraremos la vida y apoyaremos esta causa tan significativa que impacta en tantas personas.
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Business Trends – POR QUÉ LA SOCIEDAD AMERICANA CONTRA EL CÁNCER MERECE EL APOYO DE TODOS
By: Ana Maria Enciso- October 2020
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